El socio Vicenç Pla retira la ejecución del aval,
alegando que su abogado le ha advertido, ahora,
de las consecuencias de perder en el Tribunal.
La masa social se pregunta: ¿Quién hay detrás?
El socio del Barça Vicenç Pla pidió ayer la paralización de la ejecución del aval de 23,2 millones de euros que afectaba a Joan Laporta y otros siete exdirectivos, 48 horas antes del inicio del embargo de bienes. Horas después de aparecer en distintos medios jurando y perjurando que iba a seguir con el proceso por el bien del club - «que pague Guardiola si son tan amigos», llegó a decir- y que nadie de la junta había contactado con él, cambió repentinamente de idea. Un giro que solo tiene una explicación: las palabras de Guardiola.
La paralización del proceso de embargo no significa la retirada de la demanda que sigue adelante, pero sí libera a los afectados esa angustiosa situación a la que Guardiola hizo referencia. La justificación que se ofrece sobre el cambio de idea del socio demandante es que, de repente, se ha dado cuenta de las consecuencias jurídicas que sufriría de proceder el embargo si el fallo final del Supremo le fuera desfavorable. En ese caso, Vicenç Pla podría ser condenado a pagar hasta un 20% del total embargado. El socio aseguró ayer que la advertencia de su abogado en este sentido es lo que le ha llevado a cambiar de idea. Claro que sorprende que en todo el tiempo que lleva en marcha este proceso no hubiera sido informado antes de un detalle que tanto le afecta. El socio de a pie y el de Tribuna se pregunta: ¿Quién hay detrás de Pla? ¿A quién beneficia la ruina de Laporta?
Foto: Sport
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