Don Mariano
Rajoy:
Supongo que no dará abasto con todo este marrón de ser
presidente del Gobierno: que si hay que madrugar entre semana, que si Wert
vuelve a meter la pata, que si al tal Montoro se lo podía haber ahorrado y se evitaba así el ridículo al que le está sometiendo día sí y día también, que si hay que viajar a Bruselas cada dos por tres... ¡con
el miedo que le da a usted volar! Vamos, normal que viva "en el lío".
Como dentro de unas semanas cumplirá usted 57 primaveras,
me he permito ofrecerle, como regalo, un quinteto de medidas para reducir el
déficit que tanto aprieta. Así podrá dedicarse con calma a organizar su fiesta
de cumpleaños.
1º Fin del Concordato con el Vaticano. Todo el mundo tiene derecho a creer en
zarzas ardiendo, magos con turbante o unicornios rosas invisibles, pero los
vicios derivados, que se los paguen de sus bolsillos. El que quiera ir a hospitales
religiosos o recibir clase (de Matemáticas o Religión) por parte de monjas
tiene que financiárselo él. Y por supuesto, nada de exenciones de impuestos
para quienes viven de un cuento milenario. El ahorro final estaría entre los
6.000 y los 10.000 millones de euros.
2º Erradicar el fraude fiscal. Según el profesor Vicenç Navarro, el fraude
fiscal en España ronda los 90.000 millones de euros al año. Eso sí, querido
presidente, no caiga en el error fácil de culpar al fontanero que no pasa
factura o al paleta que cobra en negro. El 72% de este fraude proviene de las grandes
fortunas, de las grandes empresas que facturan más de 150 millones de euros al
año, y de la banca. Para perseguir este delito podrían sus señorías amenazar
con esa cadena perpetua que han creado a quien defraude más de cierta cantidad.
Pero también, gastar un poquito del ahorro previsto en incorporar más
inspectores. Así, de paso, reducen el paro. Para no pasarnos de optimistas,
imaginemos que al final recupera sólo lamitad. Ahí van otros 45.000 millones de
euros.
3º Eliminación de las Diputaciones: Gobierno central, Comunidades Autónomas,
Diputaciones, mancomunidades… Señor Rajoy, esto es un descoloque. O más bien,
un coloque porque tengo la impresión de que estas arcaicas instituciones sirven
en gran medida para repartir dádivas. Que se lo digan si no a la presidenta de la Diputación
de León, de la que ya he perdido la cuenta de los cargos que tiene… ¿13? ¿14?
¿20? Muchas de las gestiones de estos entes pueden ser asumidas por las
autonomías o mancomunidades de municipios. Teniendo en cuenta que las
diputaciones cuestan al año 20.000 millones de euros, y que habrá que destinar
algunos fondos a quienes asuman sus principales competencias, podría ahorrarse
entre 5.000 y 10.000 millones de euros.
4º Regulación de la prostitución y las drogas blandas: Son
muchos los que han calculado cuánto podría sacar el Estado de unas prácticas
que, gusten más o menos, existen. Incluso tirando por lo bajo (un IVA del 7%
para la prostitución e impuestos para marihuana y hachís similares a los del
tabaco) la cifra no bajaría de los 15.000 millones de euros. Y todo esto sin
tener en cuenta cómo se descongestionaría el sistema penitenciario (más de la
mitad de reclusos lo son por delitos derivados de las drogas) y el tiempo libre
que tendrían policías y jueces para perseguir la corrupción fiscal de la que
hablábamos antes.
5º Instauración de la III República:
Sí, ya lo sé, presidente, le parecerá un capricho. ¡Pero déjeme soñar! Seamos
serios: lo de que la Monarquía
cuesta 8 milloncejos y que el Rey cobra sólo el doble que usted es un cuento
muy bonito, pero ambos sabemos que no es así. A todo esto hay que sumar el
mantenimiento de palacios, coches (¡300!), yates… el coste de los viajes, las galas,
las audiencias, las bodas reales, personal de seguridad… Un jaleo, lo sé,
presidente, pero tengo una buena noticia: hay gente que se ha tomado la molestia
de sumar todas las partidas y aseguran que la cantidad anual que nos cuesta tener
Rey asciende a 560 millones de euros. Resumiendo. Haciendo unas simples medias
para limar las horquillas a mí me sale que le acabo de ahorrar más de 76.000
millones de euros sin tocar el Estado del Bienestar. Eso dejaría nuestro
déficit por debajo del 1%. No se olvide de que en Bruselas quieren que tengamos
un 3% para el año 2013. ¡Imagínese lo que podrían presumir (usted y su
traductor) en las cumbres europeas! Pero ahora viene lo mejor, el bonus track.
Podría limitar el sueldo de los alcaldes para que no cobren más de 45.000 euros
(que es la mitad de lo que cobra usted como presidente del Gobierno); meter la tijera a los coches oficiales (que en mantenimiento diario
sólo en las autonomías se nos van más de 56 millones de euros al año); meter en
cintura a los militares (que tienen una deuda de 26.000 millones en armamento) y eliminar el Senado (o le
damos poderes reales o evitamos que siga costando 50 millones anuales). Si hace
todo esto, para su próximo cumpleaños seguro que hasta tiene superávit. Si es
así, no quiero que me de las gracias ni que me haga presidente de la Agencia EFE.
Sólo le pido que no se gaste los beneficios en aeropuertos peatonales, carreras
de Fórmula 1 o macrocasinos…
Deducirá, al igual que deducimos la mayoría de ciudadanos
de este puñetero país, que fórmulas para ahorrar sin tocar lo que no suena al
ciudadano de a pie, hay, al menos, cinco y que no son ninguna de las que usted
sus adláteres han puesto en marcha. Así que, por favor, o sin favor, por
obligación, pónganse las pilas, olvídese de sus compañeros de partido y mande a
alguno ante los jueces (que merecido se lo tienen) y a ver si dentro de poco
podemos decir que al final hay un político, al menos uno, que merece tal
nombre. Aunque por el momento mal vamos don Mariano. Y disculpe usted por lo de
don, pero es imperativo legal.