La
bombilla creada por OEP Electrics responde a la necesidad actual de un
compromiso con el medio
ambiente. Al durar de por vida, no genera residuos al tiempo que
permite un ahorro energético de hasta un 92% y emite hasta un 70% menos de CO2.
Pero la industria no está muy contenta con el descubrimiento.
Benito
Muros, presidente de la SOP ,
Sin Obsolescencia
Programada, ha sido amenazado debido a su invento e incluso ha
recibido ofertas millonarias para retirar su producto del mercado. “Señor Muros,
usted no puede poner en el mercado sus sistemas de iluminación. Usted y su
familia serán aniquilados”, reza la denuncia que Muros presentó a la Policía , que a pesar del
miedo no se amedrentó en la sociedad del usar y tirar.
Para
llevar a cabo su investigación, Muros viajó hasta el parque de bomberos de
Livermore (California), lugar en el que hay una bombilla que
lleva encendida de forma ininterrumpida más de 111 años. Allí
contactó con descendientes y conocidos de los creadores de la bombilla, ya que
no existía documentación al respecto. Con esta información consiguió las bases
para comenzar su investigación, cuyo hallazgo supone un nuevo concepto de
modelo empresarial basado en la no obsolescencia programada.
Se
conoce como obsolescencia
programada o planificada a
la programación del fin de la vida útil de un producto para que se vuelva viejo,
no funcional, inútil o inservible después de un tiempo de vida calculado de
antemano por el fabricante durante su fase de diseño. Por este
motivo, un teléfono móvil rara vez funciona más de dos años, un ordenador no
suele superar los cuatro o un electrodoméstico pocas veces disfruta de más de
ocho años de vida, o directamente es imposible encontrar los repuestos
necesarios para su reparación.
El
concepto obsolescencia programada surgió entre 1920 y 1930 con la intención de
crear un nuevo modelo de mercado, el de la fabricación de productos que tienen
una durabilidad corta de manera premeditada obligando a los consumidores a
adquirir nuevos productos de forma acelerada y sin una necesidad real.
Así,
el objetivo de esta práctica es el lucro económico inmediato, sin que tengan
ningún valor el cuidado y respeto del medio ambiente ni del ser humano. El
actual modelo económico del Comprar, tirar, comprar que Cosima Dannoritzer denunció en su
documental homónimo donde mostraba las terribles consecuencias no sólo
medioambientales, sino sociales y económicas de mantener un modelo de
crecimiento desbocado cuyo límite comienza a hacerse patente con la crisis
económica y la destrucción del planeta.
En
definitiva, y según la propia empresa, las bombillas de OEP Electrics y la
lucha de Benito Muros responden a un nuevo concepto empresarial, basado en
desarrollar productos que no sean caducos. Una filosofía empresarial más acorde
con nuestros tiempos, gracias a la comercialización de productos que no estén
programados para tener una corta vida, sino que respeten el medio ambiente y
que no generen residuos que van a parar a países del tercer mundo.
Fuente:
El Economista y La
Vanguardia
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