Gemma Prats, Psicóloga, Formadora y Psicoterapeuta en Nútrim,
alerta que, tras la modificación horaria, es posible sufrir sensación de
tristeza, alteraciones en el sueño, irratibilidad. Sin embargo, si esos
síntomas persisten más de tres semanas, es conveniente pedir cita con un
profesional médico
La próxima madrugada del sábado 26 al domingo 27, vuelve el cambio
de hora. A las tres, serán las dos. Y esto, con el fin de aprovechar más las
horas de luz y contribuir al ahorro de electricidad. Sin embargo, la llegada de
esta modificación horaria lleva consigo para muchos una sensación de que el día
tiene menos horas. Además, es normal una sensación general de, tristeza,
cansancio y somnolencia los primeros días tras el cambio. Sin embargo, tal y
como alerta la psicóloga Gemma Prats, si estas
sensaciones duran más de lo debido pueden desembocar en algo más serio y es
cuando conviene consultar a un especialista. ¿Cómo hacer frente al cambio
de hora?
Es normal sentir tristeza
“El cambio de hora, en sí mismo, no produce depresión, aunque sí
que está comprobado que el estado de ánimo guarda relación con la
luz solar y el buen tiempo” afirma Prats. Y es que, durante la época primaveral
y estival, aprovechando las horas de luz que hay tras la actividad profesional
y el buen tiempo, se suelen realizar más actividades al aire libre. Por este
motivo, “durante otoño e invierno pueden aparecer síntomas como tristeza y
decaimiento, y en casos más agudos, irritabilidad o cuadros de ansiedad”. Sin
embargo, “si nos concienciamos” nosotros mismos podemos salir de esa
sensación de tristeza.
Si dura más de tres semanas, conviene acudir a un especialista
Es habitual que, tras el cambio de hora, se tenga una sensación de
tristeza, apatía, desánimo e incluso alteración en el sueño, irritabilidad o
falta de concentración. “Esto suele durar entre dos días a una semana
aproximadamente aunque en algunas personas puede alargarse un poco más” señala
Prats. “En ocasiones puede ocurrir que, ese estado de tristeza, no sea
pasajera, sino que sea una señal de una forma de depresión llamada Trastorno
Afectivo Estacional.
Si una persona, ante esta situación sufre alteraciones de su
estado de ánimo y no puede abordarlas de manera correcta, podría desencadenar en
un estado de depresión más profundo. En este caso, es aconsejable acudir
a un especialista.”
¿Cómo evitar el decaimiento?
La tristeza es una emoción, por lo que está relacionada con lo
físico, pero también con lo psíquico, “podemos combatir este desánimo cambiando
nuestro pensamiento negativo y nuestras creencias sobre la falta de luz, ¿como?
dejando de repetirnos constantemente "ya es de noche". La clave está
en tener una vida activa, en contacto con la naturaleza, desarrollar
actividades placenteras y disfrutar del tiempo libre: pasear, correr, ir en
bicicleta, etc. El reto consiste en amoldarse a la nueva estación, y
hacer frente a estos cambios con alternativas”.
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