Un doctor que había estado viendo a una señora de 75 años durante buena parte de su vida, se jubiló.
Cuando la señora vuelve a su control mensual, el nuevo doctor le pidió que trajera una lista de todas las medicinas que le habían recetado anteriormente. Cuando el joven doctor revisaba la lista, sus ojos casi se desorbitaron cuando vio que le habían recetado píldoras anticonceptivas.
- Doña María, ¿usted sabe que estas son píldoras anticonceptivas?
- Sí Doctor, me ayudan a dormir por la noche.
- Doña María, le aseguro que no hay absolutamente nada en estas píldoras que le ayuden a dormir.
Entonces la abuela se acercó al joven doctor, le dio una palmadita en su brazo y le dijo:
- Mi querido doctor, eso ya lo sé; pero todas las mañanas disuelvo una en el jugo de naranja de mi nieta de 17 años, ¡¡¡y ni se imagina lo bien que duermo todas las noches!!!
- Doña María, le aseguro que no hay absolutamente nada en estas píldoras que le ayuden a dormir.
Entonces la abuela se acercó al joven doctor, le dio una palmadita en su brazo y le dijo:
- Mi querido doctor, eso ya lo sé; pero todas las mañanas disuelvo una en el jugo de naranja de mi nieta de 17 años, ¡¡¡y ni se imagina lo bien que duermo todas las noches!!!
www.laprensamagazine.cat
No hay comentarios:
Publicar un comentario