Reproduïm, tal qual, la NOTA DE
El regidor Albert Sàenz Coromina surt de l’Àrea de Serveis Econòmics de l’Ajuntament de Castelldefels.
Atesa la situació extrema d’ignomínia i menyspreu vers la seva persona i família i sentint, fins i tot, frases extremament punyents sobre la seva integritat física, a causa de l’assetjament mediàtic i també polític que està patint per intentar minimitzar els efectes d’una gestió feta des de la seva àrea, el regidor d’Hisenda, Albert Sàenz Coromina, fent palès el sentit de responsabilitat i honor que l’ha guiat durant tota la seva trajectòria professional, ha decidit deixar l’Àrea d’Hisenda de l’Ajuntament de Castelldefels. És la seva voluntat trobar punts de sintonia, complicitat i empatia i no la de ser part d’un problema!
Amb aquest acte, però, voldria deixar clarament palès i desmentir categòricament qualsevol mostra d’assetjament i de abús de poder, i menys encara de mobbing com ha estat ell mateix imputat, remetent-se un cop més als fets que són tan clars com els de provocar la seva sortida definitiva de l’Àrea Econòmica de l’Ajuntament.
Atesa la voluntat de no generar problemes i la d’obrir ponts de diàleg i no de confrontació, el regidor Albert Sàenz Coromina ha demanat la constitució d’una mesa de conciliació entre les parts implicades, és a dir, l’Àrea de Serveis Econòmics i ell mateix.
Tanmateix, i en defensa de la seva honorabilitat i per fer front a la demanda interposada en contra d’ell, es veu en l’obligació de continuar exercint totes les accions legals que li pertoquin, davant el desproporcionat reguitzell d’injúries i calúmnies a què s’ha vist sotmès durant les últimes setmanes, tot esperant que sigui la justícia la que dictamini la veritable responsabilitat de cadascú.
Anna M. PérezPresidenta de CiU Castelldefels
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Me hacen llegar noticia de la decisión anunciada por el concejal de Hacienda local y concejal de de Políticas de Ahorro y Sostenibilidad, Sr. Saenz, en virtud de los asuntos elevados a públicos de reciente acaecer.
ResponderEliminarSiendo esta decisión de cesar como concejal de Hacienda local, sobre contenido del comunicado del Ayuntamiento de Castelldefels.
Me permito observar, como si en el juego de las diferencias fuera, y con la honestidad de un demócrata tradicional convencido, estos puntos:
- a mi humilde parecer, la actuación del Sr. Saenz, en consideración a los más que probables hechos acaecidos tristemente, según duda razonable establecida por la parte afectada y nunca, penosamente, refutada consistentemente por el Sr. Saenz, que, con todos mis respetos a la persona del Sr. Saenz y a sus circunstancias personales y político - profesionales que le puedan haber conducido a tan deplorable situación, para todos, decae en el fingimiento político y cívico, por cuanto ostenta la dualidad de concejal añadido de las áreas de Políticas de Ahorro y Sostenibilidad, las cuales nunca se mencionan en el susodicho comunicado de dimisión. Juzgo, pues, conserva a todas luces dichos cargos anexos y su condición de concejal.
- Por otra parte, dase la circunstancia que las imputaciones que sobre el Sr. Saenz se formulan y se denuncian ante organismo competente, y, renuevo, él nunca desmiente aunque justifique en mayor o menor fortuna que se produjesen, son de carácter jurídico superior, que hacen que, a mi humilde entender, sean siempre suficientes para que un moral representante democrático, cuando menos, ponga a la entera disposición de su máximo responsable jerárquico, en este caso el alcalde ilustrísimo de Castelldefels, todos sus cargos democráticamente otorgados, tanto como electo como nombrado.
Corresponde, pues, que el alcalde y otorgante formal de las responsabilidades y confianzas de los cargos nombrados en cuestión, resuelva que el Sr. Saenz tenga a bien cesar tales otorgamientos por dicho alcalde, al menos y como probo cargo electo bajo las especiales circunstancias que se dan, en tanto que más altas e independientes instancias (jurídicas) resuelvan sobre las graves imputaciones.
- Finalmente, pésame expresar el mal gusto del Sr. Sáenz, sus consejeros o quienes sean, como emisores del comunicado de referencia, sobre la petición de la constitución de un pretendido comité de conciliación (¿qué es esto?), entendiendo, renuevo con mi mayor humildad, que la no refutación de los hechos, así como la realidad de la denuncia existente consecuente y nunca tildada de temeraria, lo que refuerza su legitimidad, ceden toda iniciativa a los poderes judiciales constitucionales, que no merecen, tanto dichos poderes como quienes acuden a su amparo, el menoscabo o ninguneo que representa la pretensión y presunción de resolver los graves cargos, de nuevo nunca negados aunque vagamente justificados, en un “comité” de muy diferente naturaleza y alcance, sin desmerecerlo, pero totalmente fútil en el caso.
Ruego me disculpen estas reflexiones, aunque mi honestidad democrática me haya impelido a efectuarlas desde mi más profundo respeto a cada persona y a la ciudad a que tan estimablemente representan.