El Ayuntamiento de Castelldefels ha decretado una moratoria
de más de tres años a los concesionarios de los quioscos y churrerías en la vía
pública para llevar a cabo el cambio de los módulos de sus establecimientos
tras el rechazo del sector a esta medida debido a la situación de crisis.
Según informan fuentes municipales, el consistorio aprobó
las bases para el concurso de adjudicación de los quioscos y churrerías en las
que se determinaba la obligatoriedad de cambiar las instalaciones por un nuevo
modelo que mejoraba "la estética y la calidad" dado el deterioro de los módulos actuales.
Esta decisión provocó las quejas de los quiosqueros y
churreros por lo que el Ayuntamiento ha anunciado que establece una moratoria
para el cambio de módulos hasta, como mínimo, el primer trimestre de 2016.
Además, el consistorio ha pedido a los afectados
que propongan otro tipo de módulos más económicos (los propuestos por la
iniciativa del Ayuntamiento rondaban una inversión de casi 40.000 euros por
cada quiosco reemplazado) y más viables en la actual coyuntura y pospone la
voluntad inicial de trasladar algunos de los quioscos a un nuevo emplazamiento.www.laprensamagazine.cat
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