Se ha presentado en un restaurante del oeste de Londres la primera
hamburguesa elaborada a partir de células madre cultivadas en un laboratorio.
Ha sido creada por el equipo de científicos de la Universidad de
Maastricht liderado por el profesor Mark Post y ha costado 250.000 euros.
Impacto ganadero
El objetivo es producir alimentos que reduzcan el impacto
ambiental ganadero.
Durante el evento, retransmitido en directo por internet, se ha
revelado también que Sergey Brin, cofundador de Google, es el principal
patrocinador del proyecto. Brin, que ha puesto el dinero de su bolsillo, ha
explicado que se ha implicado en el proyecto por razones de "bienestar de
los animales", pues permitirá la comercialización de carne sin que se
tengan que matar más animales.
El investigador apuntó que "el desarrollo de esta nueva
técnica podría convertirse en una buena solución ante una hipotética escasez de
carne en el futuro". "Además, supone una alternativa viable para los
colectivos contrarios al consumo de carne por el sufrimiento que padecen los
animales", agregó Post.
¿A que sabe?
La probaron dos críticos culinarios británicos: "Tiene un
sabor intenso, cercano a la carne, no tiene jugo, le falta sal y
pimienta", describió Hanni Ruetzler, al probarla.
"Tras alimentar las muestras con nutrientes estas se
multiplicaron y luego de tres semanas de proceso se obtuvieron más de un millón
de células madre, que fueron apartadas en pequeños recipientes donde se
fusionaron hasta formar minúsculas tiras de músculo, de aproximadamente un
centímetro de largo y varios milímetros de ancho", explicó el profesor
Post.
"Una vez conseguidas 20 mil de estas tiras, se congelaron
para más tarde pasarlas a temperatura ambiente y convertirlas en una masa
compacta de hamburguesa que puede ser cocinada y en cuya elaboración participan
decenas de millones de células madre", añadió el científico.
Sin embargo, el experto advirtió que "aún se trabaja para
darle un aspecto más auténtico", ya que "la carne procedente del
laboratorio es blanca y su sabor todavía no es lo bastante bueno",
expresó.
En el mercado en 10 o 15 años
El profesor Post espera que el coste de la hamburguesa se reduzca
drásticamente cuando empiece a producirse a nivel industrial y llegue a las
estanterías de los supermercados para competir con la carne de vaca normal. Se
calcula que esto podría suceder en un plazo de diez a quince años. La carne de
laboratorio deberá pasar los controles del regulador alimenticio y debe ser
declarada apta para ser consumida.
Durante la presentación se han referido a la denominada
"carne del futuro". Brin y Post se refirieron las enormes ventajas
ecológicas de este tipo de carne. La industria de la ganadería genera un 20 por
ciento de todas las emisiones de gases de efecto invernadero del planeta, más
incluso que el sector del transporte.
También recordaron las previsiones de las Naciones Unidas que
alertan que para el 2050 se duplicará la demanda de carne en el mundo impulsada
por la demanda de la emergente clase media china y otros países en desarrollo.
www.laprensamagazine.cat
No hay comentarios:
Publicar un comentario