Aspecto que presentaba la zona azul del paseo Marítim de Castelldefels el pasado martes sobre las 12 del mediodía. ALBERT BERTRAN (El Periódico) |
Gavà,
¿el nuevo Eldorado?
Los vecinos de la playa denuncian que la nueva zona azul
está desierta entre semana, mientras Gavá está a reventar, y el ayuntamiento insiste en asegurar que la medida es "muy positiva"
Son las 11.30 del mediodía de un 30
de julio y en Castelldefels cae un
sol de justicia, suavizado por una brisa fresca que se ha echado de menos
durante los últimos días de ambiente africano. Laplaya presenta menos de media entrada y
las calles son un páramo salpicado de coches intermitentes. Es un martes, y la zona azul instalada en el litoral confirma su
condición de arma de doble filo: evita los colapsos y los autos sobre las
aceras, sin duda, pero también parece ahuyentar al turista, sobre todo al
cercano, el de toda la vida, ese de Barcelona que halla a 20 minutos las
vacaciones que la crisis le niega lejos de casa. Agosto es otra cosa, cierto. Y será ahora
cuando se podrán sacar las buenas conclusiones.
Hileras
azules vacías
por todas partes. Y donde muere la avenida de la República Argentina , un pequeño aparcamiento
gratuito de tierra
a reventar de vehículos a cuyos dueños no les importa rayar un retrovisor si
así evitan pasar por caja. Ese es el punto en el que el paseo Marítim deja de estar franqueado por
edificios para avanzar junto al mar. Jorge, quiosquero y vecino desde los
primeros 90, asegura que esta situación es insólita; que nunca, en 20 años,
"había visto la ciudad tan vacía como ahora". Se cumplen dos semanas
desde que el Ayuntamiento gobernado
por PP y CiU pusiera en marcha la zona azul (1.399 plazas) y la verde (3.417) que recorre todo el
perímetro costero, y el malestar entre 'botiguers' y restauradores no se relaja.
Mientras, en la ‘zona verde’, en
teoría para facilitar el aparcamiento gratuito a los habitantes de Castelldefels,
tampoco el ciudadano encuentra solución a sus problemas. El vecino de
Castelldefels ha de pagar para aparcar en la zona azul, prácticamente vacía, pero
cuando ésta se llena (sábados y domingos de julio y agosto) quienes no pueden
aparcar en la zona azul sí pueden hacerlo, también pagando, en la zona verde,
con lo que los lugareños se encuentran con menos plazas. O sea, siguen siendo
los auténticos perjudicados, amén de quienes trabajan en Castelldefels y viven
en otra población.
Seguramente, el Ayuntamiento de
Castelldefels ha logrado cuadrar el círculo, o sea, salir de Guatemala para ir
a Guatepeor.
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