Hibrído entre ordenador y tablet, el dispositivo de Microsoft
cuenta con un
lápiz óptico que amplía sus posibilidades
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La Surface Pro 3 se puede considerar una tablet, pero no sólo eso. Por especificaciones y por rendimiento -y también por precio- se puede ver que el dispositivo de Microsoft traspasa esa categoría y quiere ser una alternativa al portátil.
La tercera generación de Surface renueva su diseño y aumenta las dimensiones de su pantalla hasta las 12 pulgadas, con resolución FullHD y ahora en formato 4:3.
El lápiz óptico
propio de la familia Surface, convierte la tableta en un bloc de notas
multimedia. Útil para preparar presentaciones o trabajar en documentos
compartidos y poner ideas en común. El lápiz permite hacer con un simple gesto
capturas de pantalla, además de seleccionar, recortar, firmar documentos o
escribir como si se tratase de una libreta sin preocuparse por apoyar la mano sobre
la pantalla.
Para diferentes
tipos de usuario y necesidades, la Surface Pro 3 está disponible en diferentes
configuraciones. A elegir entre 4 y 8 GB de RAM y entre potentes procesadores
Intel -un i3, un i5 o un i7 para quien busque el máximo rendimiento-. De
almacenamiento, disco duro SSD desde los 64 GB a los 512GB de capacidad en la
versión más completa. Con este margen de elección la horquilla de precios es
también muy amplia, desde los 799€ a los 1949€ del modelo de más altas
prestaciones.
La cámara, como
sucede en muchas otras tabletas, es uno de sus puntos más débiles. 5
megapíxeles, tanto la frontal como la trasera. Los resultados son mediocres en
las fotografías, aunque cumple sobradamente para videoconferencias. El audio,
sin embargo, deja sensaciones muy diferentes. El sonido es muy bueno y completa
la experiencia multimedia. En el apartado de la batería, sobre el papel ofrece
hasta 9 horas, pero dependiendo del uso que se le dé la autonomía puede bajar
hasta las 6-7 horas.
El software, Windows
8.1 se mueve con total fluidez. El arranque es muy rápido, la interfaz de
baldosas es atractiva y resulta cómoda, y siempre queda la opción de cambiar a
la vista del escritorio clásico. Así, se puede usar tanto con los programas en
versión PC como descargando aplicaciones desde la tienda de Windows. Por su
potencia, la Surface Pro 3 se puede usar perfectamente para la edición de
vídeo. También para algunos juegos algo exigentes a nivel de gráficos.
Incorpora puerto USB 3.0 y lector de tarjetas Micro SD.
En definitiva,
la Surface Pro 3 se sitúa al nivel de un ordenador y ofrece la portabilidad
-798 gramos y 29,21 x 20,14 centímetros, similar a un folio A4, y 0,91
centímetros de grosor- y las posibilidades de la pantalla táctil de una tableta
-aumentadas por el lapiz óptico-. Todo esto tiene un precio y hace que la
Surface Pro 3 en sus configuraciones más altas esté mucho más alejada de las
tabletas en este apartado.
Tras varias
generaciones de Surface, Microsoft ha pulido el diseño y afinado su propuesta
hasta ofrecer un dispositivo más completo, una opción muy interesante para
quien busque un híbrido entre un portátil y una tableta.
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www.laprensamagazine.cat
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