El Ayuntamiento de está dispuesto
a revisar si el callejero se adapta a
la Ley de Memoria Histórica de 2007
La
calle Santiago
Bernabéu y la plaza de Salvador Dalí pueden
desaparecer del mapa de Madrid si la alcaldesa, Manuela Carmena,
toma como referencia el más completo censo de calles con simbología
franquista, elaborado por el historiador Antonio Ortiz y
respaldado por la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica.
Este catálogo, que incluye entre sus más de 230
registros direcciones como la Plaza de Arriba España, ha sido validado por
otros grupos políticos como Izquierda Unida y ha sustentado incluso las
denuncias presentadas recientemente por el abogado Eduardo Ranz.
"Aquí
se recogen placas de enaltecimiento de algunas violencias", ha
explicado Emilio
Silva, cofundador de la Asociación para la Recuperación de la
Memoria Histórica, quien valora positivamente que el Ayuntamiento de
Madrid esté dispuesto a examinar el cumplimiento de la Ley 52/2007 de Memoria Histórica. "Nos parece una muy
buena oportunidad para construir una cultura de los derechos humanos porque
retirar una de esas placas no supone borrar la historia, sino ponerla en su
sitio", ha agregado.
Y es que la
portavoz de Ahora Madrid, Rita Maestre, anunció en una rueda de
prensa que el consistorio intuye que "no se está cumpliendo al 100% en el
callejero madrileño" y que no descartan "transformar los nombres
que no se ajustan", aunque advirtió que por el momento no hay en marcha
ningún "plan concreto" y que se trataría de un "proceso
participado" con los distritos y la sociedad civil.
Simbología
franquista
En el callejero de Ortiz hay calles, plazas, colegios,
institutos, centros deportivos y hasta bibliotecas que rindieron homenaje a
personajes que van desde José Moscardó Ituarte, quien fue jefe de
la casa militar de Francisco Franco en 1939, hasta el torero Manolete,
que sirvió al bando nacional en el arma de Artillería. También se incluyen
las calles de los Caídos de la División Azul, Batalla de Belchite y Veintiocho
de Marzo, fecha en la que entraron las tropas franquistas en Madrid.
Pero también
hay un espacio para la calle Santiago Bernabéu. "Abogado, futbolista,
entrenador y presidente del Real Madrid Club de Fútbol. Simpatizante de la
Confederación Española de Derechas Autónomas (CEDA), tras la sublevación de
julio de 1936 se refugió en la embajada de Francia durante dos años.
Posteriormente se exilió en ese país y en los últimos meses del conflicto se
enroló en las filas del bando sublevado, donde figuró como cabo observador bajo
el mando de Agustín Muñoz Grandes".
Este catálogo,
que incluye entre sus más de 230 registros direcciones como la Plaza de Arriba
España, ha sido validado por otros grupos políticos
No menos
curiosa es la explicación por la cual se identifica a la Plaza de Salvador Dalí
como una dirección con un pasado franquista. El catálogo recuerda que el pintor
era un declarado seguidor de José Antonio Primo de Rivera que
"durante la guerra apoyó a los sublevados y a Franco fervientemente desde
los Estados Unidos". Además, reseña que Dalí llegó a ser recibido por
Franco en el Palacio del Pardo en 1956, y que ocho años más tarde recibiría la
Gran Cruz de Isabel la Católica.
Esta, junto con
otros datos aportados por los ciudadanos, ha sido la "fuente
principal" del derecho de petición que el abogado Ranz
elevó al Ayuntamiento el pasado 14 de abril, en el que solicitaba la
"adopción inmediata de las medidas oportunas para la retirada de escudos,
insignias, placas y otros objetos o menciones conmemorativas de exaltación,
personal o colectiva, de la sublevación militar, de la Guerra Civil y de la
represión de la Dictadura".
"Se ha
respetado el criterio de identificación de las calles con simbología franquista
porque no hay un soporte oficial; para ello habría hecho falta un informe
pericial practicado por historiadores", ha matizado el letrado, que
sigue causas relacionadas con la Memoria Histórica.
www.laprensamagazine.cat
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