1/12/15

El Gran Wyoming: "A costa de cagarse en Catalunya o en el País Vasco, el PP saca muchos votos en el resto del Estado"



A mi, "La unidad de España me la suda", afirma Monzón.


El productor de ‘No estamos solos’, que acaba de estrenarse en formato documental, denuncia 
que el momento actual 
de Catalunya es fruto 
de "una maniobra para 
llegar a un enfrentamiento".





CRISTINA S. BARBARROJA 

MADRID.- Hace algo menos de un año definía su último libro como “un antídoto contra el derrotismo, la impotencia, la rendición incondicional y el pesimismo”. Firme en ese empeño anti-sometimiento, el Gran Wyoming presenta estos días la versión en 35 mm de No estamos solos, éxito de crítica y público en el Festival de San Sebastián.
La PAH, los Yayoflautas, las Comadres de Gijón o personajes como el pancartero Martín Sagrera, el historiador Josep Fontana o la cartógrafa de la revuelta, Itziar González Virós, son algunos de los protagonistas de la cinta, que ha coproducido junto a Pere Portabella y que dirige Pere Joan Ventura, y con la que pretende dar visibilidad "a la gente que está cambiando este país".

¿Seguimos sin estar solos?
Sí. Existe la gente que está ahí para ayudar a los demás; lo que pasa que los medios no lo sacan.
Pero todo lo que se ve en el documental, la PAH, las grandes movilizaciones… parece ya cosa del pasado.
No. Está vigente. Aunque, con las elecciones generales, va a haber un proceso de demonización y envejecimiento.
Dice el profesor Fontana en el documental que "desde los años 70 se están estableciendo nuevas reglas para cambiar el mundo"…
¡Para peor! Él habla de un punto de encuentro Thatcher-Reagan en el que ya se planeó todo lo que estamos viviendo ahora.
O sea: la locomotora neoliberal que, visto lo visto en Grecia, parece no tener freno.
O con noticias importantes que pasan sotto voce porque vivimos en el monográfico Catalunya.
Se está negociando el TTIP que acaba con la soberanía de los Estados; que permitirá que las multinacionales puedan ir contra ellos si atentan contra sus intereses.
El miércoles supimos que la legislación de la UE permite que se apruebe sin consultar a ningún país y sin referéndum alguno.
Ni se informa, ni se consulta. El TTIP se aprobará y será de obligado cumplimento. Es una sumisión que roza el Medievo. Recuerda más a Guillermo Tell que a una democracia normal. ¡Y es para toda Europa!
Volviendo al ‘No estamos solos’, insisto en que existe una cierta relajación social respecto del momento que narra el documental ¿Hemos tirado la toalla?
No, no. no. Existen dos realidades. Una es la de los medios de comunicación. Y otra es la que a veces no vemos porque no pasa delante de nosotros. Pero la movilización social está creciendo.
Sin embargo, el 27S, la candidatura ciudadana de Catalunya Sí que es Pot fue una de las grandes perdedoras…
Porque ahí se estaba dirimiendo otra cosa. Catalunya Sí que es Pot no estaba a favor del independentismo y, de alguna manera, su mercado natural eran los independentistas.
Esto es una cosa muy complicada; es como hacer un porno con neopreno. Pero si Catalunya fuera independiente, Catalunya Sí que es Pot no tendría ningún problema para entrar en las instituciones.
Para Catalunya ¿cuál es la receta del Dr Monzón?
El Estado vive del enfrentamiento. A costa de cagarse en Catalunya o en el País Vasco el PP saca muchos votos en el resto del Estado. Hemos llegado a este punto por una cuestión electoralista.
El miércoles en El Intermedio contamos una auténtica vergüenza: 30 artículos que el Tribunal Constitucional echó para atrás en el Estatut siguen vigentes en el Estatuto andaluz. ¡Estaban copiados!
Es una maniobra pues...
Una maniobra para llegar a un enfrentamiento. El 24M, la portada del diario El Mundo fue ETA. Esa era la noticia. Hay que inventar el enemigo.
Lo que ocurre es producto de un invento que les da muchísimos votos: la unidad de España en la que nos hemos educado y que es muy difícil quitarse de encima. Y a mí es un asunto que, sinceramente, me la suda.
Como soy de aquí, Catalunya es para mí un aliado y prefiero que no se independice. Pero prefiero imaginarme un mundo sin PP, sin Tribunal Supremo copado por el PP, sin un Constitucional presidido por un señor que milita en el PP. Prefiero empezar un mundo nuevo sin todo eso.
¿Le da miedo el 20 de diciembre?
No. Estoy acostumbrado. Vengo de un mundo en el que se decía: “Eres más tonto que un obrero de derechas”. Yo estoy más cerca de la España de Miguel Hernández. Falta muchísima conciencia de clase.
¿Se atreve a hacer un pronóstico de lo que pueda pasar?
Una vez más, habrá algunos que no sabrán perder, si pierden. En el XIX hubo más de medio centenar de golpes de Estado. Es nuestra tradición.
Estamos en un periodo que se ha salvado porque estamos en la UE. Pero aquí el poder siempre lo han tenido los mismos, durante muchísimos siglos.
Han dejado de tenerlo 15 o 20 años con aliados bastante próximos. Y aun así lo llevan mal. Si pierden, lo seguirán llevando igual de mal y sabotearán todo lo que puedan.
¿Qué le falta por hacer a José Miguel Monzón? Con su labia ¿no ha pensado meterse en política?
Yo hago política todos los días. Y es otra cosa que debemos recuperar. Decir al ciudadano que la política es igual a corrupción es una maniobra muy bien hecha para apartar a la gente.
Política es aquello que hacemos todos los días para vivir mejor en comunidad. Y es lo que tenemos que hacer.
 

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