Hoy publica La Vanguardia un excelente artículo de Mar Galtés, del que, por su interés, reproducimos los párrafos iniciales. Si deseas conocer todo el artículo entra en este enlace:
Las redes sociales se consolidan como una plataforma mundial de relación entre personas,
pero las compañías aún experimentan cómo utilizarlas
Por Mar Galtés. La Vanguardia
Esta es una pregunta que se escucha desde hace tiempo en muchas reuniones de comité de dirección, de consejo de administración: "¿Tenemos que estar enFacebook? ¿Y en Twitter? Y si estamos, ¿para qué nos servirá?".
El auge de las redes sociales no es nuevo, pero a la mayoría de las empresas las ha pillado desprevenidas. Y como sucede siempre con los avances sociotecnológicos, no hay pautas fijas a seguir, y lo que hacen la mayoría es ir escribiendo el camino al andar. Pero una cosa es evidente: las redes sociales se han convertido en una plataforma a nivel mundial en la que los ciudadanos se sienten cómodos relacionándose (Facebook ya tiene 800 millones de usuarios). Y las empresas se están dando cuenta de que quizás no deban ¿o no puedan permitirse? dejar pasar la oportunidad.
"Es el sueño de todo director de marketing: las redes sociales sirven para segmentar audiencias y permiten relacionarse con grupos de personas reunidos alrededor de un interés común", explica Genís Roca, socio de la consultora especializada Roca Salvatella. Pero esto no significa que todo el mundo lo esté haciendo, ni que lo esté haciendo bien. "Muchas empresas van a las redes sociales sin pensar qué objetivos persiguen. Lo hacen por moda, o por no parecer carcas. Pero así puede llegar a ser muy contraproducente". Las redes sociales son medios no invasivos (uno accede y hace amigos voluntariamente), pero una actuación mal dosificada puede percibirse como spam.
Para una empresa, la decisión de estar o no estar en Facebook o en Twitter, debe estar condicionada a un objetivo concreto, explican Elisa Merino, Begoña Lozano y Amanda Sainz, socias de la agencia web Malabars. "Hay que preguntarse qué buscamos. ¿Ganar ventas? ¿Nuevos clientes? ¿Notoriedad de marca?".
Pero también hay que saber medir los resultados. En la red todo va muy deprisa, y demasiadas empresas viven en el corto plazo. Pero el verdadero potencial de estas redes es a largo plazo. El cliente sabrá que la empresa le escucha, y si se mantiene el feedback, si la empresa le conoce más y mejor y se lo demuestra... sólo entonces el cliente se fidelizará. Los más avezados en las redes sociales hablan de ese ejército de soldaditos que son los fans incondicionales, a quienes una marca puede movilizar cuando los necesita. Pero no es (sólo) un tema de cantidad, también de calidad. "Si sólo medimos el número de fans, porque queremos tener más fans que la competencia, vamos muy mal", asegura Genís Roca.
Licenciada en Ciencias de la Información.
Empezó en La Vanguardia en 1991 siendo becaria de la información de bolsa y desde entonces ha seguido la actualidad en la sección de Economía, con el foco puesto en la tecnología, internet, marketing o las nuevas tendencias de consumo.
Tiene especial interés en las historias que hay detrás de las empresas, la innovación y los emprendedores.
Coautora del libro “El Timo de la Superwoman ” (Planeta, 2010), una mezcla de novela de humor y testimonio periodístico sobre las dificultades que tienen las mujeres para tener una carrera profesional sin abandonar la vida familiar.
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