La piel está
especialmente desprotegida tras el invierno
Estos días de Semana Santa suponen para la mayoría las
primeras vacaciones del año. Y además, esta primavera ha llegado con fuerza y
los termómetros marcan temperaturas de lo más agradables. El sol de primavera
está ya brillando y todos esperamos que el buen tiempo nos acompañe también en
estos días festivos. Pero es precisamente en estos primeros días tras el largo
invierno cuando hay que tener un cuidado muy especial con el sol. Y es que
parece que sólo extremamos las precauciones en verano, y no debería ser así,
pues es ahora cuando nuestra piel se encuentra más desprotegida. No es extraño
en estos días aprovechar de un aperitivo en las recién estrenadas terrazas y acabar
con la piel colorada...
Piel desprotegida
Tras el invierno y en jornadas soleadas como las que nos
acompañan, olvidamos que nuestra piel está más desprotegida después de varios
meses 'a cubierto'. Esto no quiere decir que no disfrutemos de los beneficios
del sol ahora que los días se alargan, pero no debemos olvidar -¡nunca!-
aplicar cremas con factor de protección.
¿Cuál es el periodo más crítico para el bronceado? Durante los primeros días de exposición al sol, cuando la piel se enfrenta a sus efectos después de muchos meses protegida, justo cuando intenta dejar atrás el color blanco: su grado de vulnerabilidad es entonces inmenso. Aunque todo depende de cada tipo de piel -de su fototipo-. Por este motivo, la resistencia o fuerza de la piel ante el sol, es decir, su tono o color, determina cuál es el número de factor de protección solar que se debe usar en cada caso. Una piel sensible debe emplear, como mínimo, un factor 15, para evitar alergias y rojeces. Y, además, sombreros, gorras o pañuelos pueden convertirse en buenos aliados.
¿Cuál es el periodo más crítico para el bronceado? Durante los primeros días de exposición al sol, cuando la piel se enfrenta a sus efectos después de muchos meses protegida, justo cuando intenta dejar atrás el color blanco: su grado de vulnerabilidad es entonces inmenso. Aunque todo depende de cada tipo de piel -de su fototipo-. Por este motivo, la resistencia o fuerza de la piel ante el sol, es decir, su tono o color, determina cuál es el número de factor de protección solar que se debe usar en cada caso. Una piel sensible debe emplear, como mínimo, un factor 15, para evitar alergias y rojeces. Y, además, sombreros, gorras o pañuelos pueden convertirse en buenos aliados.
No sólo en la playa
Pero no sólo en la playa hay que hacer uso de la crema
protectora. Los cuidados se deben extremar también en la montaña. Y además,
debes tener en cuenta que las horas de mayor intensidad lumínica y radiación
solar son las que cubren la franja horaria del mediodía, de 13 a 16. Intenta evitarlas y,
en el caso de que no sea posible, no olvides aplicar en tu piel crema
protectora.
Precaución en estas situaciones
Intenta no descuidar tu piel durante los viajes en coche y
en los días nublados. En el primer caso, ten en cuenta que el cristal
del coche no nos protege del sol, más bien lo contrario. La ventana hace un
efecto lupa peligroso y si conducimos mucho tiempo con el sol de frente pueden
provocarse quemaduras, por lo que es necesario protegerse antes de iniciar un
viaje largo en un día soleado. Y los días nublados son especialmente
complicados, porque nos confiamos y olvidamos que la radiación solar es
capaz de traspasar al 40% las nubes, según los expertos.
www.laprensamagazine.cat
No hay comentarios:
Publicar un comentario